Me han robado el tiempo para escapar,
me ahogo.
me ahogo.
Yo vivía en una de esas cajas
en las que los magos esconden
a sus ayudantes. Están llenas
de agujeros por donde incrustar
espadas.
No corres peligro,
pero estás siempre a punto de morir.
Las espadas pasan a un soplo de tu corazón
y se te encoge el aliento
al oir su silbido
tan cerca de tu boca.
Es la cueva ideal
para un suspiro.