Las historias tristes nacen
en capas de cebolla.
Las tormentas se fabrican
en torres de hormigón.
Los murmullos que propagan
las hojas de los robles
se transforman en certezas
cuando llega el calor.
Si sacudes una nube
se convierte en granizo;
si destapas los recuerdos
se evapora el dolor.
La ceniza no hace llama
porque quema hacia dentro
y el tormento de su fuego
te silencia la voz.
Las semillas de cebolla
vistas al microscopio
son tristísimos relatos,
cenizas de tizón.
Los rumores que los robles
esparcen en verano
proceden de certidumbres
que el viento ya olvidó.
Las tormentas de granizo
cuando no se sacuden
se esconden en chimeneas,
vuelven en procesión.
Esa voz que desentierra
los recuerdos ocultos
consigue que el equilibrio
se disuelva en sudor.
lunes, marzo 02, 2009
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1 comentario:
"(...) La ceniza no hace llama
porque quema hacia dentro.(...)"
Muy intensa. Muy, muy bueno.
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