Quise morir
en el ángulo muerto de la memoria
con la muerte serena
de un oso viejo en su último invierno.
Pero llegó la primavera
y desperté.
Quise querer
con la lealtad de un ave monógama
y la pasión espléndida
del macho de la mantis.
Pero llegó la primavera
y desperté.
Quise soñar
que me llegaba el sueño
mientras dormía y sin querer, el mismo sueño
me despertaba.
Quise parar el tiempo con las manos
para no dormir más
ni despertar nunca.
Pero llegó la primavera ...
viernes, agosto 31, 2007
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