Me han robado el tiempo para escapar,
me ahogo.
me ahogo.
Yo vivía en una de esas cajas
en las que los magos esconden
a sus ayudantes. Están llenas
de agujeros por donde incrustar
espadas.
No corres peligro,
pero estás siempre a punto de morir.
Las espadas pasan a un soplo de tu corazón
y se te encoge el aliento
al oir su silbido
tan cerca de tu boca.
Es la cueva ideal
para un suspiro.
2 comentarios:
Amiga: me gustó mucho la idea de este poema de la caja de magos. Sigue así. Eres una persona muy especial!
Marina
Chus
Eres original y valiente
al ayudar a magos.
Helados silbidos de aceros
me traen algunos recuerdos.
Compartiré el refugio de tu
suspiro para escapar de ellos.
Gracias por escribirlo.
Manuela
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