Soy una nube desabrigada recorriendo el cementerio,
soy una oruga blanca que escala vértebras de mi columna,
soy el hastío de una muchacha envejecida,
y el esmalte rosa que cubre un limbo disoluto.
Tengo una hilera de hormigas
dibujando escalofríos
a lo largo de la espina dorsal.
Un esbelto galgo cano
prende la estufa
de mi hueco nefrítico.
Hay gabanes y guerreras y pellizas
y ponchos y guardapolvos
aguardando en el sobrao.
Soy una esbelta nube cana que recorre el cementerio,
una oruga desabrigada escalando escalofríos,
una muchacha rosa desvencijada,
oculta en el sobrao bajo capotes y trencas.
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