“Hoy la luna sonríe aunque está triste”,
Me dijiste tú ayer sin darte cuenta
De que hablabas con ojos de poeta.
Me soltaste aquel verso y luego fuiste
Otra vez al regazo de tu padre.
“Voy a hacerle a mamá un guarda-poesías”,
Escuché, creí oír, que le decías.
Y lo hiciste: sólo un verso más tarde,
Me trajiste una cajita alargada,
Recortaste rectángulos pequeños
Su tamaño: los versos que inventabas,
Allí mismo mezclamos arte y sueños
Y entre aquellos poemas que guardabas
mi tristeza buscaba un nuevo dueño.
martes, febrero 06, 2007
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